Mariano Barusso, de la Universidad de San Andrés, entrega estas recomendaciones que son válidas tanto para el B2B como para el B2C.
A propósito de este escenario de enorme oportunidad para que
el profesional de la venta desarrolle buenos negocios, a partir de un genuino
enfoque centrado en el cliente, corriéndose del “océano rojo” de los vendedores
preocupados por sus resultados y encandilados por su propia
oferta, Mariano Barusso, profesor especialista del Centro de Educación
Empresaria de la Universidad de San
Andrés, comparte algunas recomendaciones de impacto probado en desarrollo y
cierre de buenos negocios, que son válidas tanto para el B2B como para el B2C:
1. Piense siempre primero en su cliente, no en usted o en su
compañía. Los clientes están ávidos por encontrar esos pocos proveedores
que los ayudan a lograr lo que desean y que conectan de manera precisa su
oferta con la solución de sus problemas de negocio y personales. La intención
de ayuda es un potente lubricante de la decisión de compra del cliente y la
conexión de su propuesta con el bienestar o con el crecimiento de su clientes
es lo que asegura la “percepción de valor” por parte de estos. Nunca vi que
pensar en el cliente fuera en contra de los intereses comerciales del
proveedor… aunque es una creencia (errónea) bastante habitual.
2. Siga apostando a la construcción de confianza. Cuanto
mayor es la incertidumbre y la asunción de riesgos del cliente, mayor es la
necesidad de contar con alguien en quien confiar. Una relación confiable sigue
y seguirá siendo el activo más importante para los clientes que se encuentran
muchas veces preocupados por la decisión que tienen que tomar, presionados por
sus stakeholders y sin interlocutores válidos con los cuales pensar las
alternativas de solución más convenientes. Incluyo aquí la construcción de una
relación de reciprocidad y no de asimetría, que asegurará que usted también
encuentre valor en las sucesivas relaciones.
3. Hágale fácil el acto de compra al cliente. Si el
cliente tiene un problema, va a elegir a quien comprarle la solución. En ese
punto, el trabajo del vendedor consiste en hacer que al cliente le resulte
fácil acceder a su alternativa. Aquí, alinear el propio proceso de venta con el
proceso de compra del cliente y con las motivaciones personales en juego es la
clave. Si quiere incrementar aún más el interés del cliente en su propuesta, demuéstrele
cómo usted está pensando en ayudarlo en el uso satisfactorio del producto o
servicio después de la compra.
4. Elabore la estrategia de venta con otros. Cuanto más
complejo sea el cliente y la venta en juego, tanto más importante es que el vendedor
dimensione la oportunidad y elabore la estrategia de venta con otros
profesionales de su confianza: su jefe, su equipo, sus pares e, inclusive,
personas de confianza que no sean de su propia empresa. Ya no estamos más es un
contexto para “llaneros solitarios”.
5. Modele la oportunidad. El objetivo no es solo cerrar
un negocio, sino cerrar un buen negocio y realizar el mayor potencial que el
cliente: en este sentido, vaya mucho más allá de los ingresos en juego, evalúe
la rentabilidad, las condiciones de probabilidad de compra y el potencial real
de negocios futuros, para influenciar de manera específica durante el proceso
de venta sobre esos ejes y mejorar la calidad del negocio a cerrar.
6. Trabaje el mapa político. Recuerde que cuando usted
le está vendiendo a alguien, le está hablando a una red de personas que
intervienen en la decisión, aunque usted no las vea o conozca. Comprenda rápido
quiénes están involucrados en la decisión, comprenda sus motivaciones y dedique
tiempo a influenciarlos a su favor, en función de esas motivaciones.
7. Negocie con perspectiva de futuro. Si está
desarrollando un negocio con un cliente con potencial de mediano o largo plazo,
nunca se olvide de esto y de que lo más importante es la construcción de la
relación. Esto lo ayudará a actuar con mayor versatilidad y creatividad en la
negociación actual, preservando siempre la integridad de la relación.
Barusso, dice que "debe recordar siempre que si el
cliente tiene una necesidad, va a comprarle a alguien… su trabajo es lograr que
lo elija a usted, a su equipo y a su compañía. En esto reside la “inteligencia
emocional” de un profesional de la venta. Le deseo buenas ventas en lo que
queda del año".
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